N. P: Martinez_Piña_E_A. Químicos componentes en las vacunas
contra el covid-19. Logística. A-2. A-F3.28/05/2020.doc
Links: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52554469, https://elpais.com/ciencia/2020-03-25/moleculas-contra-el-coronavirus.html, https://www.bbc.com/mundo/noticias-52303363
Químicos componentes en las vacunas contra el covid-19
Muchos científicos y laboratorios cifran sus esperanzas en la
experimentación realizada con un primate denominado mono o macaco rhesus.
El motivo es
porque esta especie, cuyo nombre científico es Macaca Mulatta, es considerada
“casi lo más parecido que tenemos a los humanos" y por eso es clave en la
frenética carrera que existe para desarrollar y probar una vacuna efectiva para
la covid-19.
Así lo sostiene el Instituto Jenner, de la Universidad de
Oxford, que probó su vacuna experimental en seis monos rhesus que después
fueron expuestos al virus pandémico y se mantuvieron sanos.
Vacuna contra el coronavirus: cuáles son las 3 fases para el
desarrollo (y por qué los científicos creen que pueden lograr la del SARS-CoV-2
en tiempo récord)
Los hallazgos recientes hechos en Reino Unido y centros de
investigación de otros países han hecho que laboratorios e industrias depositen
sus esperanzas en que la clave de la ansiada vacuna pueda venir a través de
este primate.
No es la primera vez que el macaco rhesus es utilizado para
realizar pruebas de desarrollo de fármacos para humanos debido a sus especiales
características.
El principal motivo es
que su secuencia de ADN tiene una similitud de más del 90% con la de los
humanos.
Y en el caso del SARS-CoV-2, cuando esta especie queda
infectada, padece síntomas similares a los vistos en la mayoría de los casos
humanos: problemas respiratorios, afectación pulmonar y altas cargas virales
contagiosas en la nariz y garganta.
Así lo explica Viniente Munster, experto del Laboratorio
Rocky Mountain del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de
Estados Unidos.
“El establecimiento
del macaco rhesus como modelo animal (en el tratamiento) de covid-19 aumentará
nuestra comprensión de la patogénesis de esta enfermedad y ayudará al
desarrollo y la prueba de contramedidas médicas”, sostuvo el investigador en un
reporte preliminar de los primeros resultados de la investigación con este
primate publicada a finales de marzo.
Indica que, por ello, se decidió avanzar en las pruebas y
experimentar con tratamientos antivirales y vacunas con esta especie.
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qué países están ganando la carrera
Munster añade que anteriormente se estableció con éxito a los
macacos rhesus como modelo animal para el desarrollo preclínico de fármacos
como en el caso del síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS).
Antes, este primate ya fue utilizado en misiones de la NASA y
del programa espacial ruso.
Los avances
De los resultados a los que puedan llegar el Instituto
Jenner, el Laboratorio Rocky Mountain y otros centros de investigación están
pendientes en diferentes partes del mundo.
La compañía china SinoVac, por ejemplo, anunció que por
primera vez uno de sus ensayos arrojó resultados positivos experimentando con
monos rhesus.
Se dieron dos dosis
diferentes de la vacuna a un total de ocho macacos y, tres semanas después, el
grupo introdujo el SARS-CoV-2 en los pulmones de los monos a través de tubos
por sus tráqueas y ninguno desarrolló una infección plena.
Siete días después de que los animales
recibieron el virus, los investigadores no pudieron detectarlo en la faringe ni
los pulmones de ninguno de ellos.
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EE.UU. agregaron a la lista para la covid-19
SinoVac inició pruebas iniciales en humanos a mediados de
abril y con esto ingresaría en la fase 1 del desarrollo de la vacuna, al
probarla con un grupo de alrededor de 100 personas.
Las siguientes dos fases abarcan pruebas con cientos y miles
de personas para evaluar efectos secundarios posibles, la reacción del sistema
inmune y datos estadísticos sobre la efectividad del fármaco, entre otros
elementos a estudiar.
Sin pasar estas tres instancias de estudios clínicos no es
posible que una vacuna sea aprobada para su producción abierta.
El Instituto Jenner deposita su esperanza en tener la vacuna
lista para septiembre y que se pueda producir de manera masiva a finales de
año.
Desde el jabón con el que nos lavamos las manos hasta las
nuevas moléculas que se están estudiando para combatir el nuevo coronavirus, la
química es uno de nuestros mejores aliados en la lucha contra los
microorganismos. Puede resultar sorprendente, pero hasta hace poco más de 150
años no sabíamos que los gérmenes son los causantes de muchas enfermedades. Un
descubrimiento que debemos a Louis Pasteur y que es la base de su teoría
germinal de las enfermedades infecciosas. Hasta entonces se pensaba que las
epidemias se debían a emanaciones, humores o a un castigo divino, por lo que
nos encontrábamos indefensos a la hora de combatirlas.
Identificada la causa, fue posible desarrollar compuestos
químicos para luchar contra los patógenos. Gracias al uso de desinfectantes y sustancias
potabilizadoras se mejoró considerablemente la higiene y salubridad de nuestros
alimentos, del agua y de los lugares en los que vivimos y trabajamos.
Compuestos químicos relativamente sencillos, como el jabón, la lejía, el agua
oxigenada o el alcohol, han sido en buena parte responsables de que hoy vivamos
más años y con mejor calidad de vida. No fue hasta la mitad del siglo XIX,
cuando el médico húngaro Ignaz Semmelweis se dio cuenta de la importancia del
lavado de las manos para asistir a las parturientas en el hospital general de
Viena. Mediante un simple
lavado de manos con hipoclorito de calcio, la tasa de mortalidad entre ellas
descendió desde un 18% al 3%. Desgraciadamente, sus recomendaciones fueron
rechazadas con desprecio por sus colegas, hasta que Louis Pasteur confirmó sus
conclusiones.
Los desinfectantes son nuestra primera barrera de
protección contra los patógenos. Por eso, las autoridades nos recomiendan
lavarnos frecuentemente las manos. Incluso el jabón más modesto puede, si se
lavan bien las manos, eliminar esta capa grasa que cubre al virus, lo que lo
desprotege y causa finalmente su destrucción. Las moléculas de surfactante presentes en el jabón
contienen cadenas formadas por átomos de carbono capaces de disolver los
lípidos que protegen el material genético del virus, dejándolo indefenso.
De forma similar actúa el alcohol etílico que contienen los geles
hidroalcohólicos que han desaparecido de los estantes de las tiendas y se han
convertido en artículo de lujo en internet.
Esquema de
la estructura de un coronavirus y de la acción de los surfactantes (moléculas
presentes en los jabones) que permite la disolución de la membrana protectora
formada por lípidos.
Pero para acabar con el coronavirus no es suficiente con
retrasar su contagio. Cuanto antes dispongamos de un compuesto eficaz y seguro
para combatirlo o de una vacuna para protegernos contra él, antes terminaremos
con esta pesadilla. Mientras se trabaja a toda velocidad para desarrollar una
vacuna, se están estudiando distintos principios activos utilizados para el
tratamiento de otras enfermedades y que, por lo tanto, son seguros y están
disponibles. Resultados
preliminares pero muy prometedores, sugieren que la hidroxicloroquina puede
resultar eficaz en la lucha contra el coronavirus.
En un estudio reciente realizado con veinte pacientes de Covid-19 ingresados en un hospital de
Marsella, se observó que aquellos que tomaron hidroxicloroquina durante seis
días mostraron una clara mejoría.
La búsqueda de una
cura milagrosa contra el coronavirus está llevando a muchos a promocionar el
uso de una polémica formulación química: el dióxido de cloro.
Este producto también
conocido como "Suplemento Mineral Milagroso" lleva años
publicitándose como un remedio para muchas afecciones y enfermedades que van
desde malaria, a la diabetes y asma, el autismo o incluso el cáncer.
Sin embargo, ninguna institución sanitaria lo reconoce como
medicamento y ahora que la pandemia del covid-19 azota el mundo, vuelva a
aparecer como algo capaz de frenar los efectos del virus.
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para combatir el covid-19
Las redes sociales están llenas de testimonios y vídeos de
cómo usarlo.
La última en hacerlo fue la Administración de Alimentos y
Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) que en una nota del 8 de abril
dice que no hay "ninguna evidencia científica que apoye su seguridad o
eficacia, y presenta riesgos considerables a la salud de los pacientes".
¿Qué es?
El dióxido de cloro es
una solución al 28% de clorito de sodio en agua destilada.
Se usa como
blanqueador y para descontaminar superficies industriales, ya que se asemeja a
la lejía o el cloro.
"Es un desinfectante comercial que en ningún caso
debería ingerirse", cuenta a BBC Mundo Miguel Ángel Sierra Rodríguez,
catedrático de Química de la Universidad Complutense de Madrid.
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De hecho, dice la
agencia estadounidense, beber esta mezcla ya ha causado efectos secundarios graves
y potencialmente mortales.
"Desde luego su efectividad contra el virus
es nula", afirma el catedrático de Química.
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