N. P: Martinez_Piña_E_A_. La química en el combate contra el
coronavirus. Logística. A-2. A-F3.28/05/2020.doc
Links:https://www.zschimmer-schwarz.es/noticias/que-sabemos-del-coronavirus-y-como-contribuye-la-quimica-a-la-lucha-contra-la-covid-19/, https://www.interempresas.net/Quimica/Articulos/303821-Quimica-pone-valor-papel-esencial-frente-COVID-19-desde-ambito-cientifico-investigador.html, https://www.bbc.com/mundo/noticias-52303363
La química en el combate contra el coronavirus
El pasado 6 de mayo tuvo lugar el webinar La Química, esencial frente al COVID-19, en el
que se puso de relieve cómo la química está ocupando un lugar protagonista en
la lucha contra esta pandemia tanto desde el ámbito de la investigación,
buscando soluciones a futuro, como desde su perspectiva industrial, para
garantizar el suministro de productos necesarios para combatirlo en el momento
actual.
La sesión virtual, que contó con más de 700 inscritos,
organizada por la Federación Empresarial de la Industria Química Española
(Feique), la Plataforma Tecnológica y de Innovación de Química Sostenible
(SusChem España), Farmaindustria y ChemSpain, con la colaboración de Foro
Química y Sociedad y Expoquimia, ha contado con la participación de Javier
García, catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Alicante y
presidente de la presidente Electo de la Unión Internacional de Química Pura y
Aplicada (IUPAC); Mª Eugenia Anta, directora de Tutela de Producto e Internacionalización
de Feique y Javier Urzay, subdirector de Farmaindustria.
La búsqueda de una
cura milagrosa contra el coronavirus está llevando a muchos a promocionar el
uso de una polémica formulación química: el dióxido de cloro .
Sin embargo, ninguna institución sanitaria lo reconoce como
medicamento y ahora que la pandemia del covid-19 azota el mundo, vuelva a
aparecer como algo capaz de frenar los efectos del virus.
Ante una emergencia sanitaria como la que estamos viviendo, la ciencia es nuestra
mejor aliada y debemos apoyarnos en ella para desarrollar medidas que frenen la
propagación del coronavirus y tratamientos que curen la enfermedad.
Con tal de contribuir a la divulgación de información
científica y contrastada, en este artículo os resumimos los datos ofrecidos
hasta ahora por la Organización Mundial de la Salud, el Ministerio de Sanidad y
la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
Cuando en diciembre de
2019 la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan (China) informó de un
brote de neumonía de causa desconocida, se identificó el agente causante de
esta neumonía como un nuevo virus, denominado posteriormente como SARS-CoV-2.
Este virus pertenece a la familia Coronaviridae y, concretamente, a la
subfamilia Orthocoronavirinae.
En el informe de la misión de la OMS en China indican que los
síntomas más frecuentes son: fiebre (87,9%), tos seca (67,7%), astenia (38,1%),
expectoración (33,4%), disnea (18,6 %), dolor de garganta (13,9%), cefalea
(13,6%), mialgia o artralgia (14,8%), escalofríos (11,4%), náuseas o vómitos (5
%), congestión nasal (4,8%), diarrea (3,7%), hemoptisis (0,9%) y congestión
conjuntival (0,8%).
Cuando la respuesta inmune no es capaz de controlar el virus,
como ocurre en personas mayores con un sistema inmune debilitado, el virus
produce daño tisular pulmonar, asociado al síndrome de insuficiencia respiratoria
aguda o Síndrome de Destres Respiratorio del Adulto (SDRA) que se ha descrito
como la principal causa de mortalidad por COVID-19.
¿CÓMO SE TRANSMITE EL CORONAVIRUS?
Los coronavirus afectan a los seres
humanos y a una variedad de animales y se pueden transmitir de animales a
humanos.
Transmisión animal-humano
Actualmente los
científicos están bastante seguros de que el reservorio del virus es el
murciélago, aunque siguen investigando qué animal es el hospedador intermedio,
seguramente algún animal vivo del mercado de Wuhan, donde coincidieron los
primeros
casos con COVID-19. Los estudios filogenéticos revisados
hasta ahora apuntan a que seguramente el virus pasó de los murciélagos a los
humanos a través de un hospedador intermedio en el que sufrió mutaciones o
recombinaciones. Aunque se
plantea que este animal pudiera ser el pangolín, todavía no hay ninguna
conclusión definitiva.
Los datos recabados hasta ahora también apuntan a que podría
haber transmisión de humanos infectados a perros, gatos y hurones, aunque
únicamente de forma ocasional. Por otro lado, todavía se desconoce si estos
animales pueden infectar a los humanos.

Transmisión humano-humano
La vía de transmisión entre humanos es similar al de otros coronavirus: a través de
las secreciones respiratorias de personas infectadas, incluyendo la saliva.
El contagio se puede dar por contacto directo con las gotas respiratorias (que
pueden recorrer distancias de hasta 2 metros) y con las manos o los fómites
contaminados, si acto seguido hay contacto con la mucosa de la boca, nariz y
ojos.
Aunque recientemente el virus SARS-CoV-2 se ha detectado en
algunas muestras de aire en dos hospitales de Wuhan, hay que tener en cuenta
que la mayoría de las muestras fueron negativas o estaban en muy bajas concentraciones. Estas solo eran notables en
los baños de los pacientes y en las habitaciones utilizadas para retirar el EPI
de los sanitarios, además de que se redujeron los contajes aumentando la
limpieza de los baños y reduciendo el número de sanitarios que utilizaban las
habitaciones. Todavía no se sabe si la cantidad de virus detectada en el aire
sería suficiente para tener capacidad de infección.
Por otro lado, los estudios estiman que el promedio de casos
secundarios producidos a partir de un caso, conocido como número básico de reproducción R0, es de entre 2 y 3.
TRATAMIENTO Y VACUNA PARA LA COVID-19
Actualmente no existe suficiente evidencia científica para
afirmar la eficacia de ningún medicamento, tanto para el tratamiento como para
la prevención de la COVID-19. Las investigaciones que se han llevado a cabo se
encuentran en una fase muy preliminar, por lo que es necesario probar su
utilidad clínica en ensayos clínicos debidamente diseñados y autorizados. Por
todo ello, la AEMPS no recomienda la prescripción de medicamentos contra la
COVID-19 fuera de ensayos clínicos autorizados y en entornos debidamente
controlados.
Sin embargo, debido a la gravedad de la situación
investigadores de todo el mundo están haciendo grandes esfuerzos por conseguir
vacunas y medicamentos que puedan tratar la enfermedad en todas sus fases. Se
apuesta por los ensayos clínicos ya que, además de
suponer una oportunidad de mejoría para los pacientes,
también generan conocimiento para futuros pacientes.
Recientemente la AEMPS
ha empezado a distribuir de forma controlada hidroxicloroquina y cloroquina
fosfato, después de que algunos estudios asociaran su uso en pacientes con
neumonía con unos resultados favorables. Sin embargo, se recuerda que la eficacia de estos
tratamientos todavía se está evaluando en varios ensayos clínicos cuyos
resultados aún no se han publicado.
AVANCES QUÍMICOS CONTRA LA COVID-19
La industria química es uno de los principales soportes de la
medicina ya que permite el desarrollo tanto de fármacos como de los materiales
que requieren los sanitarios.
A lo largo de la historia los
medicamentos, los antibióticos y las vacunas han logrado disminuir
drásticamente los índices de mortalidad al mitigar los síntomas o incluso
eliminar por completo enfermedades. Como habíamos comentado, actualmente se
están estudiando diversas moléculas, como la hidroxicloroquina, para tratar el
coronavirus. Pero sobre todo son las vacunas las más importantes para activar
los mecanismos de inmunización y facilitar la prevención de la enfermedad.
En el caso de una enfermedad respiratoria como la COVID-19, el oxígeno que se
utiliza para asistir a la respiración y tratar la hipoxia es más importante que
nunca.
Pero, además, la química también contribuye a facilitar el
trabajo de los sanitarios y mejorar la atención hospitalaria. Por ejemplo, mediante los productos
antisépticos y desinfectantes, gracias a los cuales las intervenciones
quirúrgicas se pueden realizar asegurando la ausencia de gérmenes.
Por último, la química no solo está presente en el entorno
hospitalario sino también en nuestro hogar y en nuestra propia piel. Es gracias
a los jabones, un compuesto químico producido mediante saponificación, que
eliminamos agentes infecciosos de nuestra piel, siendo especialmente eficaces
contra los coronavirus. Lo mismo ocurre con la limpieza del hogar mediante
diferentes productos químicos de limpieza, detergentes y desinfectantes.
Por todo ello, la química contribuye en gran medida al
cuidado de nuestra salud y al incremento de la esperanza de vida. Por todo
ello, consideramos necesario dedicar recursos a la investigación científica, de
modo que, ante cualquier emergencia sanitaria, estemos preparados.
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